Daniela Cortázar
El diseño se inspira en la forma del caracol como símbolo de protección, crecimiento y hogar. El espacio busca ser una extensión cálida y segura del hogar, donde los niños exploran el mundo en un entorno que los abraza.
Las formas curvas eliminan esquinas peligrosas y crean recorridos suaves, acompañando el desarrollo cognitivo, emocional y físico de los niños. El recorrido en espiral del espacio representa su evolución: desde la intimidad hasta el descubrimiento, respetando su ritmo y curiosidad.